El chitosan se caracteriza porque no
se absorbe ni se dirigiere, por lo que no suma calorías a la
dieta diaria.
Más aún, al llegar al estómago y encontrarse en un medio ácido,
es capaz de atrapar a los lípidos aquí presentes, de forma que
luego serán eliminados a través de la excreción.
Por este motivo, el uso del chitosan está recomendado como
coadyuvante en dietas de reducción de peso, ya que parte de la
grasa que ingerimos a través de la dieta se convierte en no
absorvible al ser captada por este producto, por lo que tienen
un valor calórico nulo.
Propiedades de la
chitosan
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Reducir el colesterol elevado y los
triglicéridos: En caso de colesterol
alto, el chitosán también aporta cualidades
útiles para la salud, gracias a que al ayudar a que nuestro
organismo no absorba las grasas que encontramos en los
distintos alimentos que consumimos, nos ayuda a su vez a la
hora de reducir los niveles de colesterol LDL, a la vez que
aumenta el colesterol HDL (o bueno).
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Baja la presión arterial elevada: En
caso de hipertensión arterial el chitosán también es un
producto natural muy interesante, ya que ayuda de forma muy
positiva a la hora de reducir la tensión arterial elevada.
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Ideal contra helicobacter pylori y contra los
hongos: En caso de una infección
por Helicobacter
Pylori lo cierto es que el chitosán es muy
interesante, gracias a que ayuda a luchar contra la
infección. Además, ayuda a disminuir la capacidad de los
hongos para poder reproducirse.