La berberina es un alcaloide de color amarillo que se extrae
normalmente de la
planta Berberis aristata, procedente de la India, o de Berberis
aquifolium, de
China. Esta planta se emplea desde la Antigüedad en ambas
medicinas (China y
Ayurvédica) para diversas afecciones, entre ellas la diabetes
tipo II. También ha
sido usada como tinte amarillo.
Las propiedades de esta planta son muchísimas, al igual que sus
aplicaciones en
afecciones hepáticas: antibacteriana, antiviral,
antiparasitaria, antifúngica y
antidiarreica; en infecciones oculares, cutáneas, urinarias o
dentales; como
antiinflamatorio y antioxidante; en artritis, trastornos
cardiovasculares, fiebre,
hipertensión, cefaleas, estimulante del sistema inmunológico,
arritmias, etc.
Es una planta que ha sido muy estudiada sobre todo por sus
efectos
hipoglucemiantes. Los resultados indican que es especialmente
útil para personas
con diabetes tipo II, ayuda a reducir la concentración de
glucosa en sangre
(glucemia). Además, puede ayudar a reducir el perfil lipídico
si hay un exceso de
lípidos en sangre, como el colesterol o los triglicéridos.
La berberina es una activador de la AMPK (proteína quinasa
activada por
adenosín monofosfato), enzima normalizadora del metabolismo
energético; es un
regulador metabólico. Esta proteína está relacionada con la
regulación de la
ingesta de alimentos y con la sensibilidad de los tejidos a la
insulina. Es un factor
importante en enfermedades metabólicas como el síndrome
metabólico, diabetes
de tipo II, hiperlipidemias (colesterol y triglicéridos) y
obesidad.
Estimula la producción de GLT4, transportador de la glucosa
residente en los
músculos, mejorando la sensibilidad a la insulina. También
facilita el transporte de
glucosa intracelular, lo que hace que el organismo utilice
mejor los carbohidratos y
disminuya la cantidad de glucosa en sangre. El aumento de
glucosa en sangre
inhibe la producción de AMPK, mientas que el ejercicio y la
restricción calórica lo
aumentan.
Por otro lado, la berberina inhibe el PCSK9, bloqueador de la
degradación del
LDL, por lo que ayuda a degradar el colesterol “malo” (LDL).